Por primera vez en la temporada contábamos con la plantilla al completo, a la vez que estrenábamos la nueva equipación 2015-2016
Hay maneras y maneras de perder un partido, y la del sábado pasado fue una de esas que, aunque duela como duelen todas las derrotas, no te dejan un mal sabor de boca por varios motivos; primero porque delante hay un grandísimo equipo (hay que recordar que este Onda venía de realizar una temporada casi perfecta, con un balance de 22 victorias y cuatro derrotas, y había luchado por el ascenso a Nacional), y segundo porque nuestro equipo realizó un gran partido en el que estuvo con opciones hasta el final.
El partido comenzó con un ritmo trepidante por parte de ambos equipos, con un juego ofensivo en el que cada equipo utilizaba sus armas, nosotros un juego más compensado entre el exterior y el interior, y el rival con un demoledor juego de perímetro que le permitía anotar hasta seis triples, la mayoría de ellos bien defendidos y punteados, pero con un acierto digno de elogio. Mínimas ventajas hacia un lado o hacia otro que dejaba el marcador en 22-26.
Buen comienzo del segundo cuarto para conseguir nivelar el marcador y ponernos por delante, en el minuto 4 (33-31), pero a partir de ahí vino la fase del partido que al final resultó decisiva, y es que no fuimos capaces de volver a anotar en todo el cuarto más que dos puntos en una última canasta de Rubén Villalba con el sonido de la bocina, llegando al descanso con 35-45 tras un parcial en esos seis últimos minutos de 2-14. 13-19 de parcial en el cuarto para los de Onda.
Durante el tercer cuarto fuimos capaces, gracias a los cambios defensivos, de conseguir parar el vendaval ofensivo rival, pero también es cierto que nuestro ataque seguía sin ser fluido, lo que se traducía en un cuarto muy igualado en la anotación, que permitía al rival mantener con cierta comodidad el colchón de diez puntos conseguido en la primera parte. El cuarto finalizaba con un canastón desde nuestro propio campo de Carlos Marín que dejaba el marcador en 49-58 tras un parcial a favor de 14-13.
En el último cuarto, siempre con nuestra iniciativa tanto en el juego como en el marcador íbamos poco a poco reduciendo la distancia. La diferencia se estabilizó en torno a los 5-7 puntos, llegando a falta de poco más de un minuto con la que hasta el momento era la diferencia más corta en la segunda parte: 69-72. Y llegamos con 16 segundos para el final con un apretado 73-74 tras una canasta de un gran Vicen Plasencia, y balón para el rival. Tiempo muerto visitante y decidimos intentar robar balón durante los primeros segundos, y si no lo conseguimos, hacer personal para tener un último ataque a favor. Falta personal y tiros libres para los visitantes que anotan y tiempo muerto nuestro a falta de 12 segundos, con tres puntos abajo. Preparamos una jugada, que ejecutamos bien, pero que no entra el triple lanzado por un Carlos Fuertes que realizó un gran encuentro, realizando una última falta personal que deja el resultado final, tras un último cuarto ganado nuevamente por 24-19.
Muy buenas sensaciones pese a la derrota y como autocrítica esos fallos en canastas fáciles cerca del aro y la inconsistencia en el rebote defensivo, que permite al rival segundos tiros más veces de las deseadas.
Anotadores: Alberto Benedicto (0 puntos en 17 minutos), Alberto Luna (11 p. en 22 m.), Rubén Villalba (2 p. en 13 m.), Vicen Plasencia (17 p. en 32 m.) y Carlos Fuertes (22 p. en 38 m.) -cinco inicial- Carlos Marín (8 p. en 22 m.), Vicente Santaya (6 p. en 21 m.), Rudi López (0 p. en 6 m.), Javi Campos (0 p. en 6 m.) y José Barrachina (5 p. en 14 m.)
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