Nos desplazábamos a jugar contra el líder invicto de la categoría y uno de los, a priori, máximos candidatos al ascenso a Nacional, y no nos equivocamos, ya que nos encontramos ante un gran equipo, rocoso en la faceta defensiva y con un arsenal ofensivo muy difícil de parar, que presentó sus credenciales para ser el líder sólido de la categoría Autonómica.
Aguantamos de una manera más que digna el primer cuarto, mientras estuvimos lo suficientemente frescos, la fortísima defensa presionante a todo el campo del rival (que no quitó prácticamente en ningún momento del partido) y poco a poco conseguimos equilibrar el choque tras una salida en contra de 10-3, para dejar el resultado al final del primer cuarto en 14-11.
En el segundo cuarto el rival salió igual, anotando con mucha fluidez (mención especial al tiro exterior que poseen), pero nosotros seguíamos aguantando, o eso hicimos hasta el minuto cinco de ese cuarto, donde el marcador indicaba un 28-20 a favor de los locales, pero hasta ahí llegó nuestra resistencia, ya que el resto del cuarto se tradujo en un 14-2 que dejaba el marcador al finalizar la primera media parte en un elocuente 42-22. Sin querer quitar méritos al rival debo indicar como dato objetivo que en ese momento a los locales se les habían señalado solamente 7 faltas personales por catorce a nosotros, cuando se trata de un equipo que lleva la defensa al límite desde el primer al último minuto, consiguiendo con presión, contactos y gran cantidad de 2 contra 1 robar balones que se traducen en canastas fáciles... si a eso le añadimos permisividad arbitral, pues poco o nada hay que hacer.
En el tercer cuarto y con el partido ya resuelto salimos mucho más sueltos, consiguiendo hacer inicialmente nuestro baloncesto y obligando a parar el partido al rival con un tiempo muerto, ya que en los tres primeros minutos les endosamos un parcial de 2-11 que dejaba el marcador más apretado que nunca (44-33) y con grandes opciones de meternos nuevamente en el partido. Pero a partir de ahí, nuevamente aumentó la presión rival que le permitió volver a coger la iniciativa hasta llegar al minuto 8 del cuarto con un resultado de 55-39, que visto lo visto no estaba mal del todo. En ese momento, una falta inexistente pitada a nuestro jugador Carlos Fuertes (que volvía tras su lesión), traducida por los árbitros en un 2 +1, hace que dicho jugador proteste la jugada y le piten técnica; en ese mismo momento pido tiempo muerto para calmar los ánimos, pero no da tiempo a nada y nuestro jugador es descalificado al recibir una segunda falta técnica. Y hasta ahí llegó el partido. Resto del cuarto paseo rival 13-2 para llegar a falta de un cuarto con 68-41 y un último cuarto donde bastante centrados para como se había desarrollado todo, jugábamos con mucho más criterio que el resto del partido y conseguíamos ganarlo 20-21, hasta llegar al resultado final.
Y para los que les gusten las estadísticas y sepan un poco de que va esto del maquillaje de actas, unos datos: primera parte, rival 7 faltas y nosotros 14, segunda parte con todo decidido, rival 16 faltas y nosotros 11 (incluyendo las técnicas), lo que se traduce en una igualdad final en faltas pitadas a unos y a otros, y en una asombrosa igualdad en los tiros libres lanzados por ambos equipos (29), si no fuera porque 21 de esos 29 que lanzamos nosotros fueron en la segunda parte cuando ya el partido estaba decantado... en fin, nada nuevo bajo el sol.
Anotadores: Alberto Luna (0 puntos en 14 minutos), Rubén Villalba (0 p. en 21 m.), Vicente Santaya (15 p. en 23 m.), Vicen Plasencia (15 p. en 27 m.) y Javi Campos (5 p. en 15 m.) -cinco inicial- Alberto Benedicto (2 p. en 19 m.), Raúl Molina (5 p. en 25 m.), Carlos Fuertes (14 p. en 19 m.), Rudi López (2 p. en 19 m.) y José Barrachina (4 p. en 19 m.). No jugó por temas laborales Carlos Marín
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