Faltaban seis segundos para finalizar el partido y con el marcador 80-81 disponíamos de dos tiros libres que lanzaba Óscar Albarrán. Lanza el primero... y falla. Lanza el segundo... y falla también. Falta rápida hecha por Nacho Heredia y dos lanzamientos para el mejor jugador rival Javier Ten (30 puntos). Lanza el primero y anota. Lanza el segundo... y falla. Intentamos en los cinco últimos segundos un pase largo entre Óscar Albarrán y Óscar Griñó pero lo intercepta el rival. Derrota por dos puntos.
Pero hasta llegar a ese punto, el partido se desarrolló por los derroteros contrarios a los que deseábamos antes de comenzar. Sabíamos del potencial exterior del rival y que debíamos conseguir que el partido no fuese a una anotación alta. También sabíamos que nuestro juego interior era muy superior y que teníamos que insistir en él para hacernos dueños de las zonas. Pero desgraciadamente el ritmo, desde el primero momento lo puso el Onda, con rápidas transiciones y con un espectacular acierto desde la línea de 6,25. Como nos sucedió en Alboraya, fuimos capaces de ponernos también al mismo ritmo anotador y el partido desde el primer cuarto fue un goteo incesante de canastas, con igualdad hasta el minuto 9 (15-16) para tras un último minuto loco encajar un 8-0 que ponía la distancia en -9 y devolver un 4-0 para dejar el resultado al final del primer cuarto 19-24.
El comienzo del segundo cuarto siguió con la misma dinámica, con mucha facilidad anotadora por parte de ambos conjuntos y con mucha igualdad, que llevaba el marcador en el minuto 7 a un empate a 36, que sería roto por una espectacular racha del nº 8 rival, que en apenas un minuto anotaba tres triples consecutivos que volvía a poner la distancia en 9 puntos para los de Onda. Volvíamos a rehacernos con un 5-0 y llegábamos al descanso con un marcador de 41-45 tras ganar el segundo parcial por 22-21.
Nuestra defensa en general, pero especialmente la de sus hombres exteriores estaba siendo muy mala, concediéndoles tiros fáciles, que unidos a su magnífico acierto llevaba el partido a guarismos muy altos, para lo que acostumbramos.
El tercer cuarto fue esta vez el decisivo, tras un 6-2 de salida que ponía el marcador en empate a 47, un 0-8 rival ponía tierra de por medio y apoyándose continuamente en su tiro exterior anotaban con la misma fluidez de los dos primeros cuartos, cosa que nosotros no fuimos capaces de mantener, bajando nuestra anotación y perdiendo el parcial 14-24, lo que dejaba el marcador 55-69 a falta de jugarse los diez últimos minutos.
Y llegó el último cuarto, y se tuvo fe, y se presionó a todo el campo hasta la extenuación, y se robaron multitud de balones, y se consiguió lo imposible, llegar a empatar el partido a 80 a falta de menos de un minuto para la finalización, tras endosar un 25-11, en uno de los cuartos mas espectaculares jugados por el equipo en la temporada... y luego, pues luego ocurrió lo descrito al principio de la crónica. Nuevamente nadamos para morir en la orilla, y no ha sido ni la primera ni la segunda vez que nos ha ocurrido durante la temporada...
Muy bien en general en el aspecto ofensivo, metidos en la dinámica anotadora a la que nos llevó el partido, pero muy mala nuestra defensa, especialmente la exterior, con poca tensión y sin entrar en una buena dinámica, excepto el último cuarto.
El acierto exterior del rival para enmarcar, anotaron 27 canastas en juego, de las que 14 fueron triples. Por nuestra parte, e insistiendo en nuestro buen trabajo ofensivo, decir que anotamos 30 canastas en juego, de las que 4 fueron triples, lo que deja bien a las claras la conclusión de que esta vez la línea de 6,25 fue decisiva.
Anotadores: Ángel Carrillo (5 puntos en 17 m.), Óscar Albarrán (13 p. en 30 m.), Nacho Heredia (4 p. en 27 m.), Carlos López (10 p. en 27 m.) y Óscar Griñó (29 p. en 39 m.) -cinco inicial- Quique Calduch ( 0 p. en 11 m.), Héctor Dolz (17 p. en 27 m.), Stefan Radulescu (0 p. en 9 m.) y Jordi García (2 p. en 13 m.)
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