martes, 17 de enero de 2012

Burriana 51 - Lliria 55


Óscar Albarrán reaparecía tras su lesión de tobillo producida el 12 de noviembre, y fue uno de nuestros jugadores mas destacados.


Parece ser que cada jornada tenemos que superar una nueva prueba, y pese a que nos rehacemos con todo lo que tenemos, nos quedamos siempre al borde del éxito. Esta semana el obstáculo fue la baja de dos de nuestros jugadores por motivos personales para el resto de la temporada: Lluis Vilar y Víctor Aymerich.
Nuevamente un mal inicio, y por qué no decirlo un gran acierto exterior de los visitantes, condicionó el choque. Nos costó anotar nuestra primera canasta cinco minutos, cuando el marcador reflejaba un inquietante 0-10, pero tras un tiempo muerto y la esperada respuesta del equipo conseguimos meternos en el partido para finalizar el primer parcial con cinco puntos de desventaja 13-18. El segundo cuarto fue bastante igualado, como el resto de partido a partir de ese momento, y pese a que las defensas y la tensión del partido se impuso claramente a la fluidez y a los ataques, conseguimos recortar dos puntos (13-11) e irnos al descanso con un parcial de 26-29 que nos metía de lleno en el partido tras el mal comienzo.
Conseguimos ponernos por delante en el principio del tercer cuarto (32-29) tras un parcial inicial de 6-0, pero los edetanos se sobrepusieron y tras otro parcial a su favor de 0-9 volvieron a coger el mando en el marcador con 32-38 a falta de cuatro minutos. Llegamos al final del cuarto con 40-44, cuando prácticamente en el último segundo, unos pasos clamorosos no son pitados por los colegiados, anotando inmediatamente y sobre la bocina un triple que aumentaba la diferencia a favor del rival a 7 puntos (40-47) tras otro parcial en contra de 14-18.
Hasta ese momento el partido había transcurrido con una gran igualdad, aciertos y errores repartidos por ambas partes y un diferente criterio arbitral a la hora de permitir la defensa con las manos de los rivales que obstaculizaban cada penetración y cada transición de nuestros jugadores, pero estábamos cerca del rival y con opciones.
El último cuarto comenzó con otro momento de vacío anotador nuestro, lo que ponía el marcador 42-51 a falta de tres minutos para la finalización. Pero una magnífica reacción, comandada por los dos Óscar, Griñó y Albarrán, y Ángel, nos hizo remontar los 9 puntos en apenas minuto y medio y poner tablas en el marcador a falta de minuto y medio para la finalización.
A partir de ahí, nervios y precipitación por nuestra parte y más tranquilidad y cabeza fría por parte del rival, para acabar nuevamente perdiendo con una mínima diferencia en contra de cuatro puntos, tras un nuevo parcial ganado por 11-8.
Evidentemente, y el domingo fue un claro ejemplo, no se juega con la misma tranquilidad un final apretado cuando tienes el colchón de una buena serie de victorias que cuando tienes la ansiedad y la necesidad de conseguir la primera.
Al final, que es lo que cuenta, victoria para el Lliria y nosotros con otra derrota en nuestro zurrón, con la sensación de que pese a las lagunas que hay en el juego, el equipo lo dio todo y luchó todo lo que pudo por la victoria, pese a todos los problemas que estamos teniendo y pese a un arbitraje que condicionó claramente el encuentro.
Como me comentó una persona del público, nos falta alegría, estamos muy atenazados, y eso es malo, muy malo. Mejoraremos en el momento en que nos olvidemos de la situación y comencemos a divertirnos jugando.
Anotadores: Jordi Edo (4 p. en 28 m.), Ángel Carrillo (9 p. en 33 m.), Óscar Albarrán (10 p. en 27 m.), Héctor Dolz (2 p. en 26 m.) y Óscar Griñó (14 p. en 34 m.) –cinco inicial- Lucas Jiménez (0 p. en 13 m.), Quique Calduch (3 p. en 7 m.), Ramón Dosdá Jr. (2 p. en 6 m.), Sergio Ramos (7 p. en 16 m.), Stefan Radulescu (0 p. en 6 m.) y David Pérez Jr. (0 p. en 4 m.)

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