Como de final podría catalogarse el partido que nos enfrentaba contra el Puerto de Sagunto debido a la necesidad de victoria que teníamos ambos equipos para intentar salir de las zonas bajas de la clasificación.
El guión por parte de los valencianos se cumplió desde el primer minuto, ya que salieron con una gran intensidad tanto en defensa como en ataque consiguiendo en el minuto 4 una diferencia de 13-2, de la mano de un gran Marc Sabaté (10 puntos de esos 13, de sus 30 puntos totales), lo que nos obligó a solicitar un tiempo muerto para frenar la sangría rival. Lo que no formaba parte del guión es la "pájara" con la que salimos nosotros, faltos de intensidad y ritmo tanto en ataque donde no conseguíamos anotar con fallos en canastas sencillas, como en defensa, donde los rivales nos superaban una y otra vez. Durante el resto del cuarto no varió la dinámica y gracias a su espectacular acierto en los tiros de tres puntos (cinco anotados casi sin fallo) conseguían cerrar el primer parcial con un marcador de 24-10.
Mejoramos algo la dinámica atacante en el comienzo del segundo cuarto, pero pese a ello, en el minuto 5 los locales conseguían su máxima ventaja de 17 puntos (32-15), aunque a partir de ahí el partido cambió totalmente, ya que comenzamos a ser mucho más sólidos en defensa, y pese a seguir encajando algún triple, las canastas rivales ya se espaciaban mucho en el tiempo, y por el contrario, nuestro ataque y especialmente nuestro juego exterior comenzaba a funcionar, entrando definitivamente en el partido y llegando al último minuto con una desventaja de cinco puntos (38-33) que todavía ampliarían los valencianos a diez (43-33) coincidiendo con el descanso, tras un segundo parcial ganado por 23-19.
Habíamos encajado 8 triples en la primera parte, y sabíamos que cerrando ese grifo íbamos a tener gran parte de nuestras opciones, y así fue, que ajustando la defensa para poder defender mucho mejor su juego exterior conseguíamos en el tercer cuarto impedir sus anotaciones y pasar del 47-37 del minuto 3 al 49-49 del final del cuarto, tras un tercer parcial a nuestro favor de 16-6.
Por fin nos habíamos metido de lleno en el partido, pero durante los primeros cuatro minutos, nuevamente de la mano de su mejor jugador, con un parcial de 11-6 (10 de ellos de su nº 24) volvían a coger cinco puntos de ventaja, aunque nosotros esta vez sí estábamos con la concentración y la actitud suficiente para responder y tras un 2+1 de Nina y un triple de Raúl nos colocábamos por primera vez por delante (60-61), ventaja que volvían a quitarnos los locales nuevamente con un 2+1 de nuestra particular pesadilla rival (62-61), pero hasta ahí le duraron las fuerzas a los locales ya que a raíz de un nuevo triple de Raúl seguido de una canasta de Santaya cogíamos una pequeña ventaja (entre 6-7 puntos) que ya no abandonaríamos durante el resto del partido, para llegar al resultado final, tras un último parcial de nuevo favorable de 25-19.
En definitiva, un partido muy trabajado que nos obligó a darlo todo y en el que nuestro horroroso primer cuarto condicionó el resto del partido, aunque nuestra reacción posterior es digna de elogio.
El equipo, con todos sus componentes ya sanos está creciendo partido a partido y demostrando su verdadero nivel, cosa que por infinidad de circunstancias no se ha podido ver hasta ahora. Nos quedan siete finales para conseguir la permanencia, y el equipo está dispuesto a darlo todo por conseguir el objetivo.
Anotadores: Raúl Marín (24 puntos en 34 minutos), Alberto Benedicto (10 p. en 24 m.), Alberto Luna (5 p. en 18 m.), Vicen Plasencia (14 p. en 36 m.) y Vicente Santaya (8 p. en 21 m.) -cinco inicial- Rubén Villalba (3 p. en 20 m.), Carlos Fuertes (7 p. en 27 m.), José Barrachina (3 p. en 15 m.) y Víctor Almendros (0 p. en 6 m.)