Ocurrió que pasaba por allí, mas o menos, y recordé que jugaba la selección. ¿Por qué no ir a verla en directo? Me puse en la cola y tras abonar la entrada a precio "popular" (habría que explicarle a la Federación que si algo tiene este equipo es que mueve masas, pero que las masas no pueden dejarse el sueldo para ver a la seleccion), entré en el Príncipe Felipe zaragozano muy bien acompañado de mi mujer y mi hijo así como de mi buen amigo Juanpla y su familia.
Buen ambiente, aunque no lleno el pabellón, y actitud del público no tan caldeada como se podría pensar, y es que, esta Selección provoca sentimientos encontrados; por un lado ilusiona ver juntos a este grupo de magníficos jugadores que tenemos, y por otro, se trata de ver hasta que momento el rival de turno mantiene la cara al partido.
Flojita primera parte tanto en defensa como en ataque, sin ritmo y sin chispa, ante una Israel con unos cuantos buenos jugadores (Halperin y Eliyahu especialmente) y poquito mas, que a base de acciones individuales se fue al descanso dentro del partido (49-43).
A continuación, lo esperado, vuelta de tuerca y subida de líneas en defensa, velocidad en las transiciones, mayor acierto en los lanzamientos exteriores y un rival que bastante hizo con que la distancia no fuese escandalosa. En resumen, ¡¡ ocho !! jugadores por encima de los 10 puntos, no jugando ninguno de ellos mas de 25 minutos, con Mumbrú y Pau en el banquillo y dando la sensación de que, van a pocas revoluciones y que, si hiciera falta todavía podrían aumentar las prestaciones y machacar a todo aquel que se les ponga por delante.
Los anotadores los podéis ver en una de las fotografías, y las crónicas oficiales del partido en el periódico deportivo que prefiráis...
¡¡ Que pase el siguiente !!