Lliria 71 Morvedre 60

Cuando vas a la cancha de un equipo que va colíder, que ha ganado todos su partidos como local con una anotación media de 86 puntos y 50 recibidos, y pierdes de 11, consiguiendo que anoten 15 puntos menos y reciban 10 mas, pues no se podría decir que has hecho un mal partido, sino todo lo contrario. Lo que pasa es que, a la visa del desarrollo del partido, te das cuenta de que la diferencia final no es ni mas ni menos que el resultado de pequeños detalles: trabajo del equipo (todos participan) al 200%, siempre van al límite en todas las jugadas tanto en ataque como en defensa, aprovechamiento de baches o carencias del rival, donde son capaces de endosar parciales que al final son definitivos. Por el contrario, y como es habitual en nosotros, podemos presumir de tener varios jugadores que, individualmente son de los mejores de la categoría, pero que, como grupo no somos capaces de imprimir esa concentración e intensidad que es necesaria para dar el salto de calidad imprescindible para tutear a los equipos de arriba. La participación se reduce considerablemente, así como la anotación y hace que lleguemos a los finales de partido habiendo "exprimido" física y psíquicamente a nuestros pilares fundamentales. Esos detalles y no otros son los que hacen que el Lliria esté arriba y nosotros a mitad de la tabla.

El partido comenzó muy bien por nuestra parte y ya en el minuto 7 llevábamos una venaja de 7 puntos (6-13), que obligó a pedir tiempo muerto al rival. El cuarto finalizó con ventaja nuestra por 11 a 13 (ya habíamos fallado 6 tiros libres de 10 intentados). El segundo cuarto fue el de peor resultado para nosotros. Decidí colocar una defensa zonal para proteger en personales y en trabajo a nuestros jugadores claves y, pese a que al principio funcionó, consiguieron ajustarse a ella y anotaron varios triples con gran acierto, lo que nos hizo retirarnos al descanso con un 36-29. Volvimos a la defensa individual y los parciales de los cuartos siguientes fueron 16-15 y 19-16, lo que habla bien a las claras de la igualdad que hubo. La diferencia del descanso la manejaron bien, dejándonos solamente acercarnos a puntos al final del tercer cuarto.

Como dato malo, y viendo el resultado, casi decisivo, el porcentaje de tiros libres (21/42). Un paupérrimo 50% que sobre la cantidad de tiros lanzados pudo variar el resultado.

Lo dicho, que cada pequeño detalle, sumado al anterior nos da el resultado final, aunque la sensación global del partido nos pudieran decir otra cosa.

Anotadores: Miguel (19 p.), Marc (7 p.), Salva (6 p.), Izan (4 p.), Sergi (20 p.) -cinco inicial - David, Luis, Carlos, Joandi y Quico (4 p.)